Un encuentro memorable entre el Mercedes-Benz S 63 AMG 2011 y el Mercedes-Benz 300 SEL 6.8 AMG rodando por el circuito de Spa-Francochamps. Algo que tiene que ser una imagen digna de guardar en la memoria de los fans de la estrella. Tambien si eres amante de los modelos masss potentes de AMG.
El masss Clásico de la serie S AMG y la ultima edición se ven las caras para presentar una novedad, un “sneak- peek” (vistazo-previo), a lo que veremos a partir del próximo mes de Septiembre cuando Mercedes-Benz presente el nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG.
Este modelo tan especial, es un adelanto al modelo de producción. Equipado con el nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo. El cual será el propulsor básico para el nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG. Básico es una forma de decirlo, porque obviamente ese propulsor es de todo menos básico.
El nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG “Thirty-Five” 2011, es nombrado así en referencia al número que portaba el mítico 300 SEL 6.8 AMG. Para los fanáticos de la competición de resistencia no se necesita presentación. Pero la primera carrera que realizo AMG con el sedán de lujo fue en el 300 SEL 6.8.
En aquella época, para realizar la hazaña el motor fue aumento de 6.3 a 6.8 litros, obteniendo unos impresionantes 428 CV de potencia de fuerza. Los que fueron suficientes para disparar al “Thirty-Five”, asta un sorprendente segundo puesto para las 24 Horas de Spa, realizadas en el año de 1971.
¿Por que tanto alboroto por un segundo lugar? Si lo vemos desde otro punto de vista el SEL 300 6.8 AMG logro un sorprendente segundo lugar, y se convirtió en el favorito del público. Porque hera un auto de lujo con casi todos sus aditamentos que pesaba 1633 kg. (3.600 libras). En parte porque AMG dejó la suspensión de aire, y los acavados de maderas exóticas en su lugar.
Por suerte, las largas rectas de Spa-Francochamps permitieron a los frenos contar con el suficiente tiempo para enfriarse, y el masss pesado de todos los autos que compitieron terminó la competencia por delante de todos, a excepcion del Ford Capri que logro el primer puesto.
Esto tambien parece ser un adelanto para el futuro “restyle” al que se verá sometida la Clase S. Cuesta un poco encontrar las diferencias, pero existen algunas. Aunque no podría afirmar que sean al 100% como los vemos, puesto que este S 63 AMG lleva puesta su vestimenta de carreras. En el frente vemos como el spoiler central es diferente al Mercedes-Benz S 63 AMG actual. La parte central ahora parece de fibra de carbono y la rejilla inferior de la fascia es diferente, masss orientada a refrigerar los frenos delanteros.
En la parte trasera el cambio es masss evidente y se nota en las dos salidas dobles de escape. Antes salidas ovaladas que ahora seran trapezoidales, como en los nuevos modelos de la marca. El difusor trasero parece que también ha cambiado. En cuanto a los laterales, los pasos de ruedas son mucho masss anchos, pero parecen demasiado radicales para montarlos en un modelo de producción elegante como es el Mercedes-Benz S 63 AMG, aunque hay que reconocer que las laterales de la fascia trasera son exactamente iguales al actual, aunque masss anchos.
El nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo que monta el Mercedes-Benz S 63 AMG “Thirty-Five”, supone una rebaja en la cilindrada de casi 1.000 cc con respecto la versión anterior. Sin embargo la sobrealimentación y la pérdida de cubicaje suponen una reducción del 25% en los consumos del Mercedes-Benz S 63 AMG respecto al modelo equipado con el actual AMG V8 6.3. Traducido a cifras menos relativas, esto es un descenso de 3,9 l/100 km y eso es mucho teniendo en cuenta que deja los consumos del S 63 AMG en 10,5 l/100 km.
No está nada mal para 544 CV de potencia, y 800 Nm de par máximo. Eso siempre que no se opte por incluir en el paquete de compra el AMG Performance Package, que aumenta la potencia hasta los 571 CV y el par máximo hasta los 900 Nm.
Con estas nuevas prestaciones, el Mercedes-Benz S 63 AMG logra el 0 a 100 km/h en sólo 4.5 segundos (4.4 segundos con el AMG PP), y tendrá la velocidad máxima limitada a 250 km/h. En el caso de montar el AMG PP, esta velocidad se autolimita a 300 km/h.
La caja de cambios también será una novedad en el próximo Mercedes-Benz S 63 AMG, ya que se dará paso a la nueva AMG SPEEDSHIFT MCT y se dejará de lado la actual Speedshift 7G-Tronic. También cuenta con siete relaciones y sustituye el convertidor de par por un sistema multidisco húmedo.
En el modo de conducción “Controlled Efficiency”, esta nueva transmisión tiene la función de Start&Stop y en lugar de arrancar desde parado engranando la primera marcha lo hace con la segunda, cambiando a marchas masss largas a un régimen de revoluciones masss bajo de lo habitual. Con esto se consigue reducir consumos, y es gracias al alto par que logra a bajas vueltas por el AMG V8 5.5 Biturbo.
Publicado por:
Jesus Agustin
El masss Clásico de la serie S AMG y la ultima edición se ven las caras para presentar una novedad, un “sneak- peek” (vistazo-previo), a lo que veremos a partir del próximo mes de Septiembre cuando Mercedes-Benz presente el nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG.
Este modelo tan especial, es un adelanto al modelo de producción. Equipado con el nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo. El cual será el propulsor básico para el nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG. Básico es una forma de decirlo, porque obviamente ese propulsor es de todo menos básico.
El nuevo Mercedes-Benz S 63 AMG “Thirty-Five” 2011, es nombrado así en referencia al número que portaba el mítico 300 SEL 6.8 AMG. Para los fanáticos de la competición de resistencia no se necesita presentación. Pero la primera carrera que realizo AMG con el sedán de lujo fue en el 300 SEL 6.8.
En aquella época, para realizar la hazaña el motor fue aumento de 6.3 a 6.8 litros, obteniendo unos impresionantes 428 CV de potencia de fuerza. Los que fueron suficientes para disparar al “Thirty-Five”, asta un sorprendente segundo puesto para las 24 Horas de Spa, realizadas en el año de 1971.
¿Por que tanto alboroto por un segundo lugar? Si lo vemos desde otro punto de vista el SEL 300 6.8 AMG logro un sorprendente segundo lugar, y se convirtió en el favorito del público. Porque hera un auto de lujo con casi todos sus aditamentos que pesaba 1633 kg. (3.600 libras). En parte porque AMG dejó la suspensión de aire, y los acavados de maderas exóticas en su lugar.
Por suerte, las largas rectas de Spa-Francochamps permitieron a los frenos contar con el suficiente tiempo para enfriarse, y el masss pesado de todos los autos que compitieron terminó la competencia por delante de todos, a excepcion del Ford Capri que logro el primer puesto.
Esto tambien parece ser un adelanto para el futuro “restyle” al que se verá sometida la Clase S. Cuesta un poco encontrar las diferencias, pero existen algunas. Aunque no podría afirmar que sean al 100% como los vemos, puesto que este S 63 AMG lleva puesta su vestimenta de carreras. En el frente vemos como el spoiler central es diferente al Mercedes-Benz S 63 AMG actual. La parte central ahora parece de fibra de carbono y la rejilla inferior de la fascia es diferente, masss orientada a refrigerar los frenos delanteros.
En la parte trasera el cambio es masss evidente y se nota en las dos salidas dobles de escape. Antes salidas ovaladas que ahora seran trapezoidales, como en los nuevos modelos de la marca. El difusor trasero parece que también ha cambiado. En cuanto a los laterales, los pasos de ruedas son mucho masss anchos, pero parecen demasiado radicales para montarlos en un modelo de producción elegante como es el Mercedes-Benz S 63 AMG, aunque hay que reconocer que las laterales de la fascia trasera son exactamente iguales al actual, aunque masss anchos.
El nuevo motor AMG V8 5.5 Biturbo que monta el Mercedes-Benz S 63 AMG “Thirty-Five”, supone una rebaja en la cilindrada de casi 1.000 cc con respecto la versión anterior. Sin embargo la sobrealimentación y la pérdida de cubicaje suponen una reducción del 25% en los consumos del Mercedes-Benz S 63 AMG respecto al modelo equipado con el actual AMG V8 6.3. Traducido a cifras menos relativas, esto es un descenso de 3,9 l/100 km y eso es mucho teniendo en cuenta que deja los consumos del S 63 AMG en 10,5 l/100 km.
No está nada mal para 544 CV de potencia, y 800 Nm de par máximo. Eso siempre que no se opte por incluir en el paquete de compra el AMG Performance Package, que aumenta la potencia hasta los 571 CV y el par máximo hasta los 900 Nm.
Con estas nuevas prestaciones, el Mercedes-Benz S 63 AMG logra el 0 a 100 km/h en sólo 4.5 segundos (4.4 segundos con el AMG PP), y tendrá la velocidad máxima limitada a 250 km/h. En el caso de montar el AMG PP, esta velocidad se autolimita a 300 km/h.
La caja de cambios también será una novedad en el próximo Mercedes-Benz S 63 AMG, ya que se dará paso a la nueva AMG SPEEDSHIFT MCT y se dejará de lado la actual Speedshift 7G-Tronic. También cuenta con siete relaciones y sustituye el convertidor de par por un sistema multidisco húmedo.
En el modo de conducción “Controlled Efficiency”, esta nueva transmisión tiene la función de Start&Stop y en lugar de arrancar desde parado engranando la primera marcha lo hace con la segunda, cambiando a marchas masss largas a un régimen de revoluciones masss bajo de lo habitual. Con esto se consigue reducir consumos, y es gracias al alto par que logra a bajas vueltas por el AMG V8 5.5 Biturbo.
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Jesus Agustin
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