La evolucionó el proyecto Mercedes-Benz C 111 continuo con los prototipos C 111-III y C 111-IV, en los que se abandonó el motor rotativo Wankel en favor de propulsores diésel. Prototipos que rompieron hasta nueve records mundiales de velocidad. Modelos masss propios de una película de ciencia-ficción que de su época.
Con ellos la historia del proyecto presentaba un giro interesante, cuando las investigaciones dotaron al Mercedes-Benz C 111 de un motor diésel. Debido al impacto de la crisis del petróleo, con la industria del automóvil volvió la vista hacia los propulsores diésel, conocidos por ser masss económicos y que hasta entonces habían sido los grandes olvidados.
El entonces motor de bajas prestaciones no gozaba de la popularidad actual y para despertar en el público interés por esta tecnología, los ingenieros y directivos de Mercedes decidieron su promoción a través del logro de récords. Con este objetivo, el motor Wankel fue sustituido por una planta motriz que tenía muchas posibilidades de mejora en su rendimiento, el motor de 5 cilindros diésel de aspiración atmosférica empleado en los modelos de Mercedes 240 D 3.0 y 300 D.
El 12 de junio de 1976, en Nardo (Italia) mediante el empleo de un turbocompresor Garret con intercooler, la potencia del motor de serie pasó de 80 CV a 190 CV, naciendo así el Mercedes-Benz C 111-IID, el prototipo devorador de records. Logrando el éxito con las pruebas realizadas en la pista italiana.
Con una velocidad media de 252 km/h durante la prueba, el C 111 demostró la capacidad del motor diésel para competir. El prototipo era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6.8 segundos (cifras realmente formidables dentro del contexto histórico). Pero este gran éxito resultaba pequeño para los ambiciosos responsables del proyecto.
Los mismos que estaban seguros de que el super-auto podía haber alcanzado velocidades medias de 300 km/h, admitiendo que la aerodinámica debería haber sido masss radical y por ello masss propia de un super-deportivo de competencia, que la de un deportivo pensado para circular por la calle.
Considerando que esto estaba al alcance, la silueta del C111 (versiones I y II) dio paso a una carrocería pensada para pulverizar todos los registros existentes, abandonando la idea del super-deportivo de calle en favor de un super-auto de competición, un purasangre de carreras optimizado hasta el último detalle.
Así nació el Mercedes-Benz C 111-III. Con un coeficiente de penetración aerodinámica (Cx) de 0.183 (el más bajo que se había registrado en el mundo). Este Mercedes-Benz C 111-III estaba llamado a pasar a la Historia como el auto que situó al motor diésel en la élite del automovilismo.
Publicado por:
Jesus Agustin
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